Con solo 18 años, Kai Trump, la nieta mayor del expresidente estadounidense Donald Trump, dará un salto enorme en su carrera: fue invitada por patrocinio para jugar su primer torneo profesional en el LPGA Tour. La joven golfista participará en The ANNIKA driven by Gainbridge, del 13 al 16 de noviembre de 2025, y su debut ya genera tanto expectativa como polémica.
El camino amateur de Kai Trump
Kai es estudiante sénior en The Benjamin School, en Palm Beach County (Florida), y ya se comprometió a integrar el equipo femenino de golf de la University of Miami a partir de 2026.
En el ámbito amateur, compite en circuitos como la American Junior Golf Association (AJGA) y el Srixon Medalist Tour de Florida. Su mejor actuación reciente fue un tercer puesto en uno de los torneos de ese circuito, y actualmente ocupa el puesto 461 en el ranking femenino juvenil de la AJGA.
La invitación al LPGA Tour
La organización de The ANNIKA, torneo que se juega en el Pelican Golf Club de Belleair (Florida), le otorgó a Kai una sponsor exemption, una invitación de patrocinador que le permitirá competir junto a las mejores golfistas del mundo.
El certamen reparte unos 3,25 millones de dólares en premios y suele atraer a las principales figuras del golf femenino.
Según los organizadores, la elección de Kai se basó en “su pasión por el juego y su potencial para atraer a nuevas audiencias jóvenes”. Sin embargo, la decisión también recibió críticas: algunos consideran que la invitación responde más a su apellido y visibilidad mediática que a sus méritos deportivos.
Lo que se espera de su debut
Kai Trump enfrentará un desafío mayúsculo: competir al más alto nivel en un torneo profesional y hacerlo bajo la mirada mediática que implica llevar su apellido.
Además de su proyección deportiva, mantiene un fuerte compromiso académico con la University of Miami, donde buscará desarrollarse en el ámbito universitario y profesional.
El foco estará en cómo logre equilibrar el peso de la atención mediática con la concentración necesaria para rendir en el campo y consolidarse como una golfista por mérito propio.
Más allá de su apellido, el debut de Kai Trump puede marcar un punto de inflexión en su vida y, quizás, en la visibilidad del golf femenino joven. La oportunidad está sobre la mesa: si logra transformar la exposición en rendimiento, su historia podría pasar de la curiosidad mediática a una carrera deportiva con nombre propio.